OTRA VEZ VICTORIA 25

Hogar, dulce hogar. Agradezco públicamente la amabilidad del anfitrión, quien siempre hace valer la máxima "para todos, todo." Prometo que la próxima vez me quedaré a recoger el desmadre. En fin, van pues algunas fotos. Ash, qué coraje que no me tomé una con Lalaia.

1- Amazonas Power. La prepeda en cantina barata.

2- El anfitrión muy "relajado" (por no decir "en estado inconveniente.")

3- ¡El club de Tobi! Eh, niños, a ver una sonrisita, eso es.

4- El Sev y yo. Y no bailamos, mal hombre. Claaaro, desde que bailaste con las cubanas deprecias mis dones dancísticos.

5-Lucha, Lorena y yo y "el cuarto de Tula le cogió candela, se quedó dormida y no apagó la vela... ¡se volvió loco, Barbarito!"

6- Los novios, hue hue hueee.

7. La Moni con su hombre.

8- Tirso y Azalea en el reposé chirindongas.

9- Ésta sí que es mucha Lucha.



10- El Sis yeeeeh.

P.D.- Y gracias también a Lorena, por llevar ese muñequito brasileño, con el cual todas nos engolosinamos la mirada.

BITÁCORA ONÍRICA

Me alegra que mi cabeza esté loca de su cabeza. Escribo sus piradeces para no olvidarlas.

***

Anoche soñé que estaba acostada en mi habitación, esta vez en la parte alta de una litera. Vi a un bicho acercarse velozmente hacia mí. Era un negro y enorme alacrán que en lugar de clavar su aguijón, me pellizcó el pie. Qué dolor sentí; tomé con una mano al agresor y lo arrojé al suelo, pero él saltó más de un metro, prensó la orilla de la colcha y de nuevo llegó hasta mi pie para hacerme daño. Lo arrojé, pero su salto se repitió algunas veces. Luego miré las paredes: había arañas patonas, un escarabajo, un cienpiés y un camarón que pendía del techo, lo raro es que todos eran pequeñitos; a pesar de ello corrí en busca del insecticida; al único que deseaba dejar vivo es el escarabajo. En la cocina estaba mi madre, quien me dijo no los mates, en la noche iluminarán tu cuarto. Ella guisaba una langosta y de súbio la langosta se movió. ¿Sabes que ese animal es símbolo del diablo? Pregunté y ella contestó que sí, pero tranquila, casi amorosamente, introdujo el cuchillo en el cuerpo acorazado, para continuar su obra culinaria.

***

Primera escena: tengo un hamster enorme y regordete, siento un profundo cariño por él.

Siguiente escena: llueve en la casa de mis abuelos. El agua corre escaleras abajo, ahí, junto a una piedra, encuentro mi roedor, casi en los huesos, helado, agonizante. ¿Cómo llegó ahí? Lo dejo morir y subo las escaleras con tristeza y con culpa.

BITÁCORA ONÍRICA

¿Por qué siempre recuerdo lo que sueño?

Anoche soñé que estaba acostada en la cama de mis abuelos. Tenía miedo. Se acercaron tres señores, todos con cara de Freud. Les dije: lo que antes era el alma, ahora es el inconsciente. Sosteníamos una conversación amable, hasta que uno dijo que ellos tres eran demonios e intentaron meterse bajo las sábanas.

Tuve luego un sueño ramplón: manejaba un coche rumbo a la librería; como no encontraba el freno, para no chocar tomaba otros caminos, los vacíos, y éstos me alejaban de mi destino. Luego el coche devino bicicleta.

BITÁCORA ONÍRICA

Mis sueños son un bestiario. Anoche soñé que esperaba una fiesta, a la cual yo quería llevar un murciélago, de ésos que son sostenidos por una vara y que al jalar el hilo mueven las alas. Mucho caminé buscando el animal de juguete, pero en los puestos nomás había peces, pájaros, pequeñas quimeras y uno que otro murciélago tuerto o sin alas. Y no, yo quería un hermoso ratón alado. Desperté sin haberlo encontrado.