¡LA PUCHA! BITáCORA ONíRICA

Desde un día previo a la muerte de mi tío, hasta la fecha, la pucha digo, pues sueña una y otra pesadilla. La de anoche me ha rebasado: sueño que con la puerta de un choche prenso ambos brazos a una niña. Luego la tengo entre los míos, la consuelo y le pongo alcohol en los muñones lacerados. Ella llora de dolor.

BITÁCORA ONÍRICA

Es noche. Bajo una pendiente en bicicleta. Cuando llego a terreno plano me detengo, veo que a mi costado izquierdo la zona es arbolada. Escucho un gruñido que amenaza. No me pregunten cómo, pero sé que es un oso. Doy vuelta y pedaleo en dirección contraria a la que vine, es decir, de subida, sin embargo, el suelo está tupido de piedras y agujeros, así que mi marcha es lenta y temo que en cualquier momento salga el oso y me de matacuaz. Siguiente escena: la zona arbolada está cercada, parece que investigan la presencia del animal.

BITÁCORA ONÍRICA. LAS DOS PESADILLAS DE ANOCHE

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De fácil interpretación

Edna, Claudia, Zoila y yo estamos en la parte más alta de un bar. Ellas tres descienden un par de escalones, pero casi de inmediato suben despavoridas, me dicen que hay un perro, que van a matarlo, que es peligroso. Imaginé que era un labrador, pero de ser así, mis amigas no habrían huído escaleras arriba ¿no es algo obvio? Sin embargo, tonta y presurosa, bajé a buscar al animal, pues no quería que le hicieran daño. Sorpresa, me encontré con un furioso rottweiler, cuyo dueño se esforzaba, en vano, por controlarle. El perro gruñó, me mostró los dientes, qué amenaza; aterrorizada ascendí hasta el escondite de mis amigas, intentamos cerrar la puerta entre las cuatro, pero fiero el animal asomaba las fauces y empujaba la puerta. Finalmente, ya en la oscuridad de una calle, pasamos junto a sus restos. Alguien lo mató, qué alivio.

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Mis primas del lado paterno y yo estamos en una cama. Vemos pasar a mi bisabuela del lado materno. "Hay que saludarla" les digo, pero conforme la anciana se acerca me arrepiento, mejor que no no nos oiga, que no venga hasta nosotros, pues la visión es horrenda: el cabello suelto y despeinados, los párpados permanecen levantados, pero sus ojos se han secado, ahora son blanquecinos, achicados, como los de un pescado puesto sobre el plato.

MARTIAL CENTER

Yazmín se burla del felino que es símbolo del centro marcial en que entreno. La infame no respeta, que no, dice que sin duda se trata del gato volador. A continuación, una imagen de ésta, su segura servidora, con la playera ilustrativa.

BITÁCORA ONÍRICA

Nota preliminar: en conjunto, mis sueños son un álbum de fotografía zoológica.

Anoche soñé un lavadero lleno con agua verduzca. Entre las basuras flotantes, mi abuela y yo logramos distinguir algo más: dos diminutos pájaros, posados sobre una hoja. Miré al más pequeño, se parecía a aquellos que un día de vigilia nacieron en mi ventana (uno de los espectáculos más maravillosos que he visto), pero su tamaño era aun menor. Miré luego el ave mayor, creo que era la madre o tal vez, el padre, pues al polluelo empujaba un poco para que aprendiera a volar.

GUARAPETA EN VICTORIA. PLUS FOTOGRÁFICO

Agradecimiento al Sev, por correrme este plus vacilador.

1. Los compadres triqui triqui, losh compadresh zzz

2- Aquí aquí, la cámara está aquí, rapero yucateco, trata de fijar la vista, haz un esfuerzo, anda.


3- Pipipí, ajotajotajó.

OTRA VEZ VICTORIA 25

Hogar, dulce hogar. Agradezco públicamente la amabilidad del anfitrión, quien siempre hace valer la máxima "para todos, todo." Prometo que la próxima vez me quedaré a recoger el desmadre. En fin, van pues algunas fotos. Ash, qué coraje que no me tomé una con Lalaia.

1- Amazonas Power. La prepeda en cantina barata.

2- El anfitrión muy "relajado" (por no decir "en estado inconveniente.")

3- ¡El club de Tobi! Eh, niños, a ver una sonrisita, eso es.

4- El Sev y yo. Y no bailamos, mal hombre. Claaaro, desde que bailaste con las cubanas deprecias mis dones dancísticos.

5-Lucha, Lorena y yo y "el cuarto de Tula le cogió candela, se quedó dormida y no apagó la vela... ¡se volvió loco, Barbarito!"

6- Los novios, hue hue hueee.

7. La Moni con su hombre.

8- Tirso y Azalea en el reposé chirindongas.

9- Ésta sí que es mucha Lucha.



10- El Sis yeeeeh.

P.D.- Y gracias también a Lorena, por llevar ese muñequito brasileño, con el cual todas nos engolosinamos la mirada.

BITÁCORA ONÍRICA

Me alegra que mi cabeza esté loca de su cabeza. Escribo sus piradeces para no olvidarlas.

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Anoche soñé que estaba acostada en mi habitación, esta vez en la parte alta de una litera. Vi a un bicho acercarse velozmente hacia mí. Era un negro y enorme alacrán que en lugar de clavar su aguijón, me pellizcó el pie. Qué dolor sentí; tomé con una mano al agresor y lo arrojé al suelo, pero él saltó más de un metro, prensó la orilla de la colcha y de nuevo llegó hasta mi pie para hacerme daño. Lo arrojé, pero su salto se repitió algunas veces. Luego miré las paredes: había arañas patonas, un escarabajo, un cienpiés y un camarón que pendía del techo, lo raro es que todos eran pequeñitos; a pesar de ello corrí en busca del insecticida; al único que deseaba dejar vivo es el escarabajo. En la cocina estaba mi madre, quien me dijo no los mates, en la noche iluminarán tu cuarto. Ella guisaba una langosta y de súbio la langosta se movió. ¿Sabes que ese animal es símbolo del diablo? Pregunté y ella contestó que sí, pero tranquila, casi amorosamente, introdujo el cuchillo en el cuerpo acorazado, para continuar su obra culinaria.

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Primera escena: tengo un hamster enorme y regordete, siento un profundo cariño por él.

Siguiente escena: llueve en la casa de mis abuelos. El agua corre escaleras abajo, ahí, junto a una piedra, encuentro mi roedor, casi en los huesos, helado, agonizante. ¿Cómo llegó ahí? Lo dejo morir y subo las escaleras con tristeza y con culpa.

BITÁCORA ONÍRICA

¿Por qué siempre recuerdo lo que sueño?

Anoche soñé que estaba acostada en la cama de mis abuelos. Tenía miedo. Se acercaron tres señores, todos con cara de Freud. Les dije: lo que antes era el alma, ahora es el inconsciente. Sosteníamos una conversación amable, hasta que uno dijo que ellos tres eran demonios e intentaron meterse bajo las sábanas.

Tuve luego un sueño ramplón: manejaba un coche rumbo a la librería; como no encontraba el freno, para no chocar tomaba otros caminos, los vacíos, y éstos me alejaban de mi destino. Luego el coche devino bicicleta.

BITÁCORA ONÍRICA

Mis sueños son un bestiario. Anoche soñé que esperaba una fiesta, a la cual yo quería llevar un murciélago, de ésos que son sostenidos por una vara y que al jalar el hilo mueven las alas. Mucho caminé buscando el animal de juguete, pero en los puestos nomás había peces, pájaros, pequeñas quimeras y uno que otro murciélago tuerto o sin alas. Y no, yo quería un hermoso ratón alado. Desperté sin haberlo encontrado.

FUTILIDADES

Yo trabajo los domingos en la librería Leviatán. Ahí he encontrado literatura para chuparse los dedos, así como antigüedades de todos los temas. No es por ser palera, pero los ejemplares marxistoides abundan y están bien baratos, pues casi nadie los compra.

Hay otros libros que no leo pero bien que ojeo y hojeo. En uno de ellos vi cierta técnica sexosa llamada "clípiti, clípiti, clap." De esa clase, van unas portadas.

1- Sin comentarios

2- Aun cuando madreamos, no hay que perder glamour

3- Vamos a morir iguales. A ambos se nos verán los chones

4- Pos ni modo que antes

5- Ay nana, yo sí me asusté al ver la portada

6- Así bien rudos como Enrique Guzmán en su mocedad

7-¿Cómo cortar con Ernie si siempre me arropa sonriente?

8- Lo compraré para ser la sensación en la siguiente fiesta

9- Sublime, como correr en el hierbajo

OBJETOS HALLADOS EN LA MUDANZA

Hace como diez años le dije a mi abuelo que me gustaba su boina.

Se la quitó y me la puso. No salgo a la calle con ella. Pero voy a guardarla hasta que se me aflojen los cueros.

Florencio. Mi primer florete. Se le rompió

la punta.

Recuerdos beatlemaniacos. También de mi mocedad.

Ay hija mía, mira nada más cómo andas.

En esas fachas no puedes ir a nuestra nueva casa.

Creo que tendré que regalarte.

Es una lástima nunca tener ocasión de usar tacón de aguja. Ah, qué nostalgia, quiero vestir a la vieja usanza.

Esta carta data del año 1998. En ella, como puede verse,

Edna me pide que la recuerde.

Cómo voy a olvidarla, desde entonces me llama cada semana.

¡Ah, qué mana de porquería!